
8 hábitos para ayudar al planeta frente al cambio climático

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Nuestros hábitos diarios pueden ayudar al planeta más de lo que pensamos.
Para poner nuestro granito de arena a todo lo que afecta al clima, no podemos dejarle todo a los dirigentes mundiales, las decisiones políticas y el conformismo de los mandamás no deben parar nuestras responsabilidades para ayudar a nuestro planeta.
Según la ONU y sus científicos, se necesitan “cambios sin precedentes” para llevar el calentamiento global a 1,5ºC.
A su vez, Heike Freire, educadora ‘verde’, añadió que el medio ambiente debe ser lo principal en todas las asignaturas.
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Os dejamos algunos cambios en tus rutinas diarias que pueden aportar:
1- Cambio de Conciencia sobre el cambio climático:
El cambio climático puede mejorar si en vez de usar frases que asustan como “Salvemos a la Tierra”, utilizamos el lema de “Amar a la Tierra”. La educadora “verde” Heike Freire propone usar el positivismo en los niños para las próximas generaciones y poder generar un cambio de estilo de vida y de conciencia.
2- No tirar:
El poder generar un cambio en las industrias de electrónica y la moda es posible si se hace un reclamo con el ejemplo de cada uno. Un cambio de manera radical podría colaborar si antes de reciclar, nos enfocamos en reusar, reparar y reducir en nuestros formas habituales de consumo y producción. Para contrarrestar de alguna manera el “usar y tirar” de la economía lineal podemos proponer la vieja frase: “el mejor residuo es el que no se produce”.
3- Menos uso del Coche:
Debido a la lenta transición al coche eléctrico y dado que el automóvil representa el 26% de las emisiones de C02, lo ideal sería dejar de subirse al coche de manera total. La mejor alternativa es utilizar la bicicleta y/o el transporte público. Con esto haríamos un frente común a la permanente subida a la contribución de los motores de combustión.
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4- La bicicleta siempre:
El transporte más eficiente y más económico sigue siendo la bicicleta. Copenhague es un gran ejemplo: el 41% de los desplazamientos en el centro de la capital danesa es en dos ruedas, con estos datos se ha adelantado a Amsterdam como la ciudad que más usa la bicicleta. Cos sus pedales, los daneses en su principal ciudad están evitando emitir porcentajes altos de C02 en una cifra que se acerca a las 90,000 toneladas.
5- Productos de uso diario menos contaminantes:
El apostar por el consumo de productos de uso diario con menos componentes tóxicos o basados en productos naturales biodegradables 100%, supone un descenso importante en la contaminación del agua residual que se vierte al mar o que se depura. Productos como los de limpieza del hogar o de higiene personal pueden contener contaminantes que, sin ser perjudiciales en un primer momento para nosotros, si perjudican el medio ambiente. Hoy en día existen multitud de productos en el mercado que son biodegradables y/o provienen de sustancias naturales. Apúntate a un champú y gel de baño de estás características, fíjate en la etiquetas de los detergentes y productos de limpieza y ya estarás poniendo tu granito de arena.
6- Quitarnos la carne un poco:
Según un informe de la Fundación Heinrich Bull, las veinte empresas más importantes del mundo de carne y lácteos emitieron más gases invernaderos que Alemania. La industria ganadera es responsable del 18% de las emisiones en la “desmesurada huella climática”.
El segundo país Europa que más come carne es España según Greenpeace con un consumo de 94 kilos per capita al año. El regreso a la dieta mediterránea y un consumo sostenible podría bajar las cifras a un 50% de la ingesta de carne en este país. Por motivos éticos, ambientales y de salud cada vez hay un mayor porcentaje de veganos.
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7- Ciudades Verdes:
El crear espacios verdes hará que nuestras ciudades tengan más aire puro y haría que grandes empresas o corporaciones se lo pensarán dos veces a la hora de contaminar o construir sobre entornos naturales. Una posible misión para nosotros sería colaborar con la creación y cuidado de mantenimiento de huertos escolares, comunitarios o inclusive en las azoteas y balcones de nuestros propios hogares.
8- No usemos tanta agua:
El agua aunque no nos demos cuenta la utilizamos excesivamente y esto afecta mucho a nuestro planeta. Lo mejor sería que tardáramos duchándonos 5 minutos como máximo y cerrar el grifo mientras nos cepillamos los dientes, ya que cuando está abierto gastas alrededor de 6 litros.
Evita fugas en cisternas y grifos y ten conciencia a la hora de enjuagar los platos, ya sea manualmente o con lavavajillas.
Sin duda siempre hay algo que podamos cambiar, todo empieza por nosotros mismos si realmente queremos frenar el cambio climático.
Hola! Gran artículo, me ha gustado mucho y creo que son necesarios más artículos como estos para concienciar a la ciudadanía. En nuestro caso, en casa, hemos conseguido reducir los desechos de plásticos. Un saludo!
Muchas gracias, nosotros creemos en la frases que dice que muchas personas haciendo pequeñas cosas muchas veces, cambiarán el mundo. Saludos