
Lo que no sabias de la nieve

¿Qué sabes de la nieve?
Teniendo en cuenta la ola de frío, es un buen momento para desvelar algunas curiosidades de este “oro blanco” que tal vez no conocías. Te puede dar frío sólo de leerlo así que recomiendo hacerle cara al texto con una buena infusión, y si es detox mejor que mejor, en la mano.
Se calcula que cada invierno cae un cuatrillón de copos de nieve. Es decir: 1.000.000.000.000.000.000.000.000 copos. Hasta un 50% de tierra en el hemisferio norte se cubre de nieve en invierno o lo que es lo mismo, el 80% de toda el agua dulce en la tierra se congela en forma de hielo o nieve. Esto representa el 12% de la superficie terrestre.
Los cristales de nieve adoptan formas geométricas con características fractales y tienen infinidad de formas: prismas, placas hexagonales o las conocidas estrellas.
Sin embargo, el lugar más frío del mundo (habitado) está en Rusia y se llama Oimiakón (Оймякон en el alfabeto cirílico). Es un pequeño poblado situado junto al río Indigirka, en el noreste de la república de Saja, en el este de Siberia. Extrañamente sostiene una población de 472 habitantes que han de ser todos inmunes al frío. El suelo del lugar se halla permanentemente congelado formando permafrost y los peces se congelan en solo 30 segundos después de haber sido sacados del río. El 26 de enero de 1926 se registró allí una temperatura de -71.2 °C, la temperatura más baja jamás registrada en una zona habitada, así como la menor del hemisferio Norte.
En cuanto a su color, la nieve no es blanca.
En realidad es incolora y transparente. Lo que vemos es el resultado de la absorción de los rayos del sol por la superficie compleja de los copos de nieve, que es reflejado en longitudes de onda que nuestros ojos captan como blanco y, además, no siempre se ve blanca. Es común verla azul en la distancia por ser el color que se absorbe menos fácilmente y en otros colores como el rojo o el rosa en algunos lugares del mundo de alta montaña cuando unas micro algas llamadas Chlamydomonas nivalis se mezclan en el agua. No es ningún efecto óptico ni nada parecido, si ponemos esta nieve rosa sobre un recipiente y la dejamos derretir, obtenemos un líquido de un color rosáceo bastante intenso e incluso, según personas que lo han probado, tiene un sabor parecido al de la sandía, de ahí que este tipo de nieve entre los anglosajones sea denominado como «Watermelon snow».